Esta tarde APAMYS ha conmemorado su 40 aniversario con un acto de entrega de galardones en el Teatro «Puerta del Andévalo» de Valverde. Han reconocido al CEIP «Menéndez y Pelayo» con un galardón en reconocimiento a la alianza establecida entre ambos centros, en pro del cambio de mirada hacia las personas con discapacidad intelectual, poniendo en valor la diferencia, sumada a los múltiples aspectos que la diversidad aporta a la sociedad para enriquecerla.

Carta de reconocimiento
He tenido el privilegio de recoger, junto a un grupo de familias «especiales», este galardón y éste ha sido mi discurso de agradecimiento:
Buenas noches, autoridades y familia APAMYS
Familia APAMYS de la que el CEIP “Menéndez y Pelayo” se considera miembro.
En primer lugar, felicitar a APAMYS por sus 40 años de servicio a la inclusión y al respeto por las diferencias, sois la base de nuestra “cultura de la diversidad”.
Enhorabuena también al resto de galardonados.
Mil millones de gracias por este reconocimiento, es para mi un gran honor representar hoy a la comunidad educativa del CEIP “Menéndez y Pelayo” en este acto.
Cuando hace unos días Juan y Pilar llegaron al centro con la noticia, con el mensaje de que este gran reconocimiento era fruto de una “Alianza informal” entre ambos centros, me sentí muy orgullosa, aunque nunca había caído en la cuenta de esa “alianza”, para nosotros era algo natural, nuestra relación es fruto de la necesidad de nuestro centro para avanzar en inclusión. No podíamos hacerlo sin ellos, por eso, me sorprendió bastante.
Será “informal” pero en nuestro cole ya no se concibe un noviembre sin concurso de fotografía ni una carrera solidaria sin nuestros compañeros de APAMYS….y nuevos proyectos conjuntos que se irán sumando porque el “Valor de la diferencia se trabaja mejor en equipo para encontrar la felicidad en los pequeños detalles”
En ese encuentro con Juan y Pilar hablamos de la trayectoria del Menéndez y Pelayo en atención a la diversidad, trajimos al presente un artículo publicado en el primer periódico escolar del centro, llamado “La luz del Menéndez y Pelayo”, allá por el año 1975. Un artículo con muy buen fondo pero con un vocabulario poco apto para el siglo XXI, por ese motivo no lo leeremos en este acto. Ese artículo habla de inclusión, de aceptación y de diversidad en un momento que se consideraba un “adelanto” para su tiempo, ya que no era la tónica general que, en entornos educativos todo el alumnado compartiera espacios, tiempos y enseñanzas, independientemente de cual fuese su capacidad física, intelectual o emocional.
Frecuentemente, cuando tengo que hablar de nuestro centro, lo comparo con un restaurante. Escuelas hay de muchos tipos y restaurantes también…..
Hay restaurantes que solo sirven el menú del día: Primero, segundo, pan y postre….¡algunos incluyen hasta la bebida! Sólo hay eso, si no te gusta tendrás que ir a otro….
Otros restaurantes más “avanzados” ofrecen además del menú del día un menú adaptado a intolerancias, pero para evitar que se contamine el menú principal, se sirve aparte, incluso en otra mesa o espacio. Comer comes, pero tú que eres “especial” comes aparte…
En nuestro restaurante tenemos un menú inclusivo, tenemos comida de todos tipos para que cada uno coma lo que pueda y quiera, con la garantía que no se le priva de nada, que las cantidades las mide uno mismo. Tenemos buffet libre de aprendizaje inclusivo y, por supuesto, todos en el gran comedor que es el Menéndez y Pelayo.
Nuestro centro ha llegado aquí gracias a las inquietudes de las familias, las que demandan que sus hijos e hijas estén totalmente incluidos en el sistema educativo atendiendo a su diversidad, ellas son las que nos han hecho crecer en inclusión.
Nuestro esfuerzo y formación han sido la respuesta a nuestras familias “especiales” :
- Carlos, incansable en nuestro Consejo Escolar demandaba atención, recursos para que su hija tuviese lo que merecía, nos mantenía alerta para no bajar la guardia. Y me consta que sigue haciéndolo ahora en el IES.
- María del Mar, al principio temerosa, luego paciente y ahora confiada, siempre dispuesta a colaborar y a enseñarnos la mejor forma de cuidar a su hijo.
- Rosa, dispuesta siempre a colaborar, participar y en una búsqueda incansable de respuestas sobre qué le pasa, por qué es diferente. Gran alegría cuando vino a compartir con nosotros el diagnóstico, ¡ya sabíamos todos por donde empezar! Y creo que vamos por buen camino…¡juntos, por supuesto!
- Celia, tranquila, paciente, también en búsqueda constante de soluciones para hacer posible la inclusión y aunque parece que fue ayer ¡se nos marcha ya al instituto!
- Paqui nos la confió con tres añitos, la hemos visto comenzar a caminar, hemos ido viendo sus progresos unas veces más lentos de lo que a todos nos gustaban pero dando pasos firmes. Hoy sus abrazos, sus besos y sus ganas de comunicarse nos deshacen a todos.
- Eva luchadora, preocupada pero sobre todo ocupada en que su hijo explote todas sus posibilidades y las desarrolle al máximo, resultado ¡un encanto de niño, que con sus ganas de trabajar, te lleva a lo más alto de la docencia!
- Miguel Angel, Sarai, Nélida, .. y sería muy largo nombrarlos a todos y a todas, confían en nuestra labor y decisiones, nos apoyamos mutuamente y nos hacen crecer cada día.
- Una especial mención a las familias que se incorporan a nuestro centro para el próximo curso y les doy las gracias por darnos el privilegio de participar en la educación de sus hijas e hijos.
Muchas familias, mucho alumnado y un excelente equipo docente que hace posible que hayamos aprendido que gracias a la diversidad funcional todos estamos capacitados.
Vídeo de la intervención en la recogida del galardón, gracias a Juan José Flores Paredes
Y las fotos de la gala realizadas por Antonio Sevilla, mi fotógrafo particular.
Privilegios y emociones que te da la dirección escolar. ¡¡Gracias APAMYS, gracias comunidad educativa!!