Llegó el momento de acabar un periodo, llegó el momento de autoevaluar el ejercicio de la dirección escolar durante los cuatro últimos años.
Hay que hacer una serie de pasos preescriptivos según la ORDEN de 8-11-2007, por la que se establece el procedimiento para la Evaluación de los Directores y Directoras en los centros docentes públicos de Andalucía, a excepción de los universitarios. (BOJA 10-12-2007)
No creo en una evaluación que se base en un informe y que se presente únicamente al Consejo Escolar, evaluar es mucho más, sobre todo si se pretende que sea para avanzar y mejorar…. por ello y sin salirme del «tiesto» he hecho algunas cosas más…
Os dejo la introducción de la memoria de autoevaluación…..
Este documento recoge la autoevaluación del segundo periodo de dirección (cursos 12/13 a 15/16) aunque se apoya en el del anterior. Partiendo de la premisa que considero que la autoevaluación debe ser un proceso continuo y no un producto final, concibo este documento como una oportunidad para la reflexión sobre el ejercicio de la dirección escolar. Así mismo indicar que no entiendo la autoevaluación de la dirección escolar, como un documento que atañe solo a la dirección y que únicamente se presenta al consejo escolar para su valoración, por ello he realizado las siguientes acciones con el fin de elaborar un documento que pueda servir como punto de partida al nuevo equipo directivo del centro y refleje la realidad desde todos los puntos de vista:
Supervisión colaborativa de la memoria de autoevaluación por el equipo directivo.
Encuesta al claustro del curso 15/16 con los indicadores del anexo I de la Orden de 8 de noviembre de 2007: http://goo.gl/forms/yG4ke10wIZ Los resultados de la encuesta se añaden en anexo en esta memoria.
Presentación al claustro el día 9 de Mayo de 2016 de la memoria de autoevaluación junto con el resumen de la encuesta.
Elaboración de una presentación “resumida” que sirva de soporte al jefe de estudios para su exposición al consejo escolar.
Considero que esta evaluación debería tener una calificación final, distinta a la de apto–no apto, ser más precisa en cuanto al nivel de logro adquirido y estar acompañada de un informe de fortalezas y debilidades que se hayan observado desde los distintos agentes evaluadores, de esa forma si sería un documento útil para poder autoevaluar las competencias profesionales para la dirección escolar y servir para un proceso de mejora.
Sólo es público el extracto de la introducción y en el prezi las puntuaciones de la autoevaluación; las actuaciones y las evidencias que constatan esa puntuación, las guardo para respetar la intimidad del centro.
En el formulario de evaluación del claustro, además de colocar los indicadores preescriptivos he añadido un campo de opinión personal y consideraciones, ya que no está previsto (por tiempo y espacio) que añadan evidencias de esa puntuación. Es un capricho que me permito o una excentricidad, pero creo en la evaluación como proceso de mejora, así que ¡adelante!
En ese formulario recibo una apreciación, donde dice: ¡Te falta corazón!.… cuando la leí me hizo mucho daño, pero tras unos días de reflexión, y puesto que el formulario es anónimo, voy a contestarle por aquí….
¡Me falta corazón!… Pues sí, hay decisiones en la dirección escolar que no se pueden tomar con el corazón sino con la razón. En estos nueve años de dirección y siete de jefatura de estudios (diesciseis años de compromiso con «mi cole») puedo decir que las decisiones que tomé fueron con «amplio espectro». No accedí a los «caprichos» del tipo:
- Aquí siempre se ha hecho…
- Quiero 4º en lugar de 1º porque….
- Yo no sustituyo en Infantil….
- Si «x» no quiere esa tutoría, la cojo yo….
- Yo soy coordinador/a de ciclo que me viene bien para el concurso..
- No tengo tiempo para Séneca…
- Me voy a …….. (cualquier fiesta o evento popular)… ¿me das permiso?
- «Falso corporativismo» entre compañeros.
- Cambia a mi niño al A o al B que allí están sus amigos…
- ¿Dónde está mi certificado de participación en el proyecto TIC (o cualquier otro proyecto)? Si este centro es TIC ¿habrá para tod@s? ¿no?
No soy de palabras bonitas sino de acciones comprometidas y tengo claro que ¡no se puede gustar a todo el mundo! ¡Esa es una clave de fracaso!
En estos años no he pensado en el claustro sino en el conjunto de la comunidad educativa. Los primero cinco años y fruto de la inexperiencia, sufrí el síndrome de no saber «delegar». Aprendí mucho de la calma de Juan y el «seso» de Esperanza. Así como de la confianza de María Isabel (Maribel) en el primer año de aventura.
Los últimos cuatro años han sido toda una experiencia de aprendizaje y trabajo en equipo, sólo he tenido que ¡dejarme llevar!. Gregorio y Juanjo han sido……… ¡con palabras no se puede expresar! ¡Con el «trozo de corazón» que me queda, ellos saben lo que siento!
Intenté llevar la dirección con ¡ánimo, ilusión y pasión!…. eso lo aprendí en una sesión de formación “Conocer para dirigir y organizar para mejorar” de Antonio Maillo (en su etapa docente).
A primera hora de la tarde, mañana, explicaré al claustro la memoria de autoevaluación y el porqué de las puntuaciones, que en la mayoría de los indicadores son idénticas a las que me han otorgado ell@s. ¡Explicaré las diferentes! «Striptease directivo»
Mañana se leerá o se verá el documento en Consejo Escolar, y pasará o no, el trámite oficial que emitirá un APTO/NO APTO…¡Qué pena que dieciséis años de compromiso se resuman en una palabra!
Un proyecto de dirección no es un «menú a la carta» es un compromiso para crear/mantener una cultura de centro. Quien llegue a un colegio a cumplir expectativas personales, a estar «cómodo» en un puesto, a «llevarse y no aportar»…¡se equivoca de profesión!
Muy feliz con la etapa que termina y totalmente dispuesta a «asumir otros roles».
A tod@s con los que he caminado en esta aventura y, sobre todo a Carlos, Guille y Antonio por aguantarme el «mal carácter», las «euforias por los logros», la angustia del mes de «marzo», escuchar «las batallitas» y comprender las horas que les he «quitado». ¡¡GRACIAS!!