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Esta es la crónica de un despropósito…
¿Qué pensaríais en vuestros colegios si tras los 15 días preescriptivos de espera de un profesor/a sustituto mandaran uno solo a media jornada? Y además con el conocimiento de que a los centros de tu localidad, con la mitad de alumnos se lo envían completo. ¿Y si en lugar de 15 días se tardara 15 meses? ¿Es un logro?
El día 26 de noviembre de 2013 despedimos, tras 8 años en el centro a la monitora escolar, por razones que nadie nos contó pero sabíamos que se trataba de una denuncia de sindicatos ante la precariedad laboral, ¡que dicho sea de paso era conocida por todos pero interesaba mirar en otra dirección!
Nos quedamos sin servicio hasta marzo del 2014 en el que se nos dotó de una persona con titulación pero con nula formación en gestión de un centro escolar, que estuvo hasta noviembre de 2014. Tampoco se nos indica porque finaliza ese contrato, sobre todo cuando nos quedamos sin servicio.
Hoy 3 de Marzo de 2015 vuelve la monitora inicial ¡Sentimientos encontrados! Encantada de que una persona, tras la lucha por sus derechos laborales, recupere el puesto de trabajo; contrariada, confusa y un poco «cabreada» porque, tras 15 meses de vacío, no sé que ha cambiado.
En Septiembre leía con «prudencia, cautela y escepticismo» las declaraciones de nuestro Consejero de Educación, aunque confiando en que se optaría por la mejor solución, no sólo para los trabajadores sino también para los centros educativos:
Hoy veo que la espera NO ha merecido la pena, NO tenemos en el centro un monitor que cubra las necesidades del centro, o al menos no sé qué/quien determina cuales son las necesidades de cada centro… ¿Por qué? Porque los dos centros públicos de la localidad con la mitad de alumnado tienen una figura con 30 horas de dedicación desde hace muchísimos años, y su servicio no se ha visto interrumpido. ¡Nosotros, hoy, tenemos 16 horas para un centro con 455 alumnos/as!
No sé en qué momento se hizo mal, si cuando se les contrató en el 2004/05, si cuando se les despidió en el 2013, si cuando se les readmite en el 2015. ¡Los centros lo han vivido en primera persona!
No me pidan liderazgo pedagógico, cuando tengo que dedicar la mayor parte de mi tiempo a tareas burocráticas y administrativas porque no tengo una figura como, por ejemplo en los centros de mi localidad, que durante 30 horas libere de esta carga a los Equipos Directivos para que puedan realizar la que les corresponde.
¿Por qué en ningún momento nadie se ha reunido con los Equipos Directivos afectados para ir contando el transcurrir de los hechos? ¿Por qué no se nos ha informado de si era necesario abrir una nueva línea de lucha para que todos los centros estuviéramos dotados de una figura que garantizase la atención administrativa a nuestros centros con equidad?
No me he pronunciado durante el proceso porque confiaba que finalmente se buscaría una solución justa, también para los centros. Lo hago hoy que tengo la confirmación de que no se cubren las necesidades, y que se nos está tratando de forma «distinta», y no sé porqué.
¡Seguiré, junto al Equipo Directivo, dando apoyo administrativo al centro por las tardes, los fines de semana, en casa, o dónde sea para poder dedicar las mañanas a lo que me gusta y para lo que estoy preparada: DAR EDUCACIÓN DE CALIDAD!
¡Bienvenida Merchi a la crónica de un despropósito!