L1+L2+L3+L4+L5+L6+L7=30 años de Leyes de Educación

Desde que en 1970 entrase en vigor la LEY GENERAL DE EDUCACIÓN (LGE) hasta que el pasado jueves  se aprobase la LOMCE han sido siete leyes en cuarenta y tres años, lo que supone, haciendo una media, una ley cada seis años ¡más o menos!…

Yo, que desde que tenía tres años (1970), no he dejado nunca la escuela, primero como alumna hasta los 21 y desde entonces hasta ahora, como maestra..¡las he vivido todas!. Se puede decir que mi educación y mi profesión son el resultado de ellas.

Como alumna recuerdo asignaturas que cambiaron de nombre: Pretecnología, que luego fue Plástica y ahora Expresión Artística; las Ciencias Naturales que se transformaron en el Conocimiento del Medio. Aunque hay otras que no han cambiado, ¡al menos de nombre! aunque si han evolucionado los contenidos y las metodologías de Matemáticas o Lengua; y otras que permanecen, perduran y no cambian, la Religión (¡ésto para otro día!)

Como maestra recuerdo mis inicios con los Programas Renovados, que tuve que aprender de memoria, para poder establecer objetivos específicos y operativos. Para mi fueron la Biblia y pensé que eso sería para toda la vida ¡error!

Programas Renovados Y a partir de ahí, llegaron las demás leyes… cambios en programaciones, en documentos de centro, etc. No entendía, en mis comienzos, como mis compañer@s más mayores se quejaban de ¡otra cosa nueva!, desde mi punto de vista cualquier novedad suponía innovación, mejora, etc… pero ellos rebatían y se reafirmaban… dentro de cuatro años, ¡otra nueva!

Hoy los entiendo, y lo que me dá mas miedo, ¡pienso como ell@s! ¿He perdido la confianza? ¡Si!

Todas estas leyes tienen un elemento común: ¡Sin consenso!

¿Qué ocurre cuando una nueva ley llega a la Escuela? ¡Provoca desconcierto y desconfianza!

¿Por qué? Las necesidades de la escuela no las pueden satisfacer los políticos que nunca la han pisado, aunque en su currículum personal se indique que son maestr@s. La escuela se vive, se siente y se construye desde dentro; las fortalezas y debilidades de un sistema educativo se comprueban «a pie de obra» y no en tertulias educativas ni en despachos.

La evaluación es el único medio para mejorar y NUNCA, ninguna de esta siete leyes han sido ni serán evaluadas, ¿por qué?

El jueves se aprobó una ley, con la garantía de que la siguiente también se aprobará sin consenso, por lo tanto, esta ha nacido muerta y la siguiente, aun sin estar pensada ni nacer, también.

Hoy guardaré mis camisetas verdes, mi sudadera y mi bufanda (tenía toda la colección), quitaré los logos en mis fotos de redes sociales, con la pena de que un año y pico de lucha para que esta ley se debatiese, se modificase o no se aprobase, no ha servido de nada…esperaré paciente a la siguiente, y a la otra, y a la otra……. ¡No me rindo, pero estoy cansada!

mariawertEspero que algún día el preámbulo de una ley no sea la mayoría absoluta de los votantes de una opción política, seguiré soñando con un pacto por la educación pública de calidad ¡¡SOÑAR ES GRATIS!!